El municipio de Gálvez, de apenas cuatro mil habitantes, contará con «una de las mayores plantas de biogás a nivel nacional e internacional». Será a partir de 2024 produciendo al año 100 GWh de biometano, lo que equivale al consumo medio anual de 20 mil hogares. Así lo han dado a conocer este lunes en Toledo los impulsores del proyecto: la empresa castellanomanchega Grupo Ibenergi y Grupo Nortegas, a través de su filial Green Energy Solutions.
La planta, que alcanzará una superficie de cerca de 70.000 m2, producirá biogás a partir de residuos orgánicos obtenidos de los sectores ganadero y agrícola de la localidad, mataderos y estaciones depuradoras de aguas residuales, entre otros. El producto final contará con las características adecuadas para su inyección directa a la red de distribución de gas natural mientras que los residuos generados servirán como fertilizante y/o compost agrícola.
«Es un proyecto de economía circular: cogeremos residuos, los valorizamos, les quitamos el gas efecto invernadero y lo devolvemos a las tierras de Gálvez para mantener la actividad agrícola», ha explicado Carlos Sánchez, consejero delegado de Ibenergi, durante la presentación de una planta por la que pasarán unas 350.000 toneladas al año de residuos de cercanía ya que el propio municipio cubre «la materia necesaria» para la producción de la planta. «Es una de las localidades con más producción de residuos» de este tipo, como purines, productos agrícolas, residuos agroindustriales, estiércol de vacuno, gallinaza y otros.
Y es que Gálvez es uno de los municipios con mayor producción ganadera de Castilla-La Mancha y, por ello, ha sido el lugar elegido por Ibenergi y Nortegas para la construcción de una planta de biogás donde la generación de biometano se llevará a cabo sin productos químicos y sin que sea preciso aportar combustible externo por lo que el resultado será energía limpia.
«Todos los ganaderos de la zona firmaron los acuerdos para que les gestionáramos los residuos», añade el consejero delegado del Grupo Ibenergi quien ha detallado que también cuentan ya con el visto bueno de Aqualia, que les cederá los residuos de sus plantas.
«No habrá malos olores»
Esta planta de valorización y producción de biogás, cuyas obras prevén iniciarse a finales de 2023, «tendrá un impacto muy positivo sobre la economía local, comarcal y provincial, con una inversión prevista de 18 millones de euros y la creación de hasta 50 nuevos puestos de trabajo, entre directos e indirectos».
Además, tal y como ha destacado el consejero delegado de Ibenergi, esta planta solucionará un problema enquistado en Gálvez: los malos olores de la zona. Y es que, los purines se vienen utilizando directamente en suelo agrícola. Su acumulación intensifica el fuerte olor que producen provocado por los gases CO2 y CH4 que emiten, han explicado las empresas promotoras.
«El momento es ahora o nunca ya que la normativa prevista sobre la aplicación de purines en el suelo agrícola exigirá, como ya se viene desarrollando en Europa, un mayor registro y fiscalización de los purines, reducirá el contenido permitido en nitrógeno por hectárea y limitará el uso de urea, prohibiendo su aplicación sin informes certificados», detalla Sánchez.
Así, esta futura planta de biogás se convertirá en «una solución para los ganaderos de la zona, a quienes les damos la posibilidad de valorizar sus residuos» y para el conjunto de la población ya que se solucionará el problema de olores de la zona.
«En lugar de verter el purín en el campo se vierte en una planta cuyo fin es aprovechar esos gases, que son los que huelen, y convertirlos en energía», añadía Izaskun Gorostiaga, directora General Comercial y de Nuevos Negocios de Nortegas. «Los residuos se procesarán en cámaras cuyo objetivo es captar ese gas por lo que no se expulsará al exterior» por ello «no habrá malos olores», asegura.
Los procesos de manipulación, descarga y digestión se realizarán en todo momento en entornos cerrados y sin contacto directo con la atmósfera, evitando las molestias actuales derivadas de la descomposición de los residuos que se produce directamente en las tierras agrícolas que rodean al municipio.
La planta de biogás estará situada frente a Cárnicas Tello, una zona prácticamente sin vegetación a excepción de dos parcelas que cuentan con olivos que serán trasplantados.
Siguiendo el espíritu ecológico del proyecto, «la planta será autosostenible«. Y es que, el consumo de energía de la planta será por energías renovables a través de una planta fotovoltaica, según han avanzado sus promotores.
Futuro «corredor de biogás»
La zona de los Montes de Toledo se han convertido en escenario de numerosos proyectos de energías renovables durante los últimos años. El Grupo Ibenergi ha anunciado que se encuentra estudiando la viabilidad de la creación de un «corredor de biogás» con el objetivo de que todos «los castellanomanchegos tengan las mismas oportunidades» ya que con este proyecto aumentaría la red de biogás y esta energía podría abastecer a más localidades.